Del
8 al 9 de marzo se organiza en Roma la cuarta asamblea “Smart GridsEuropean Technology Platform” donde se reúnen los agentes importantes del Smart
Grid . Desde varios años, la Comisión europea defiende con fuerzas este sector
emergente que es una de las piedras angulares de la política energética europea
y en esa asamblea querer recordar su apoyo a la tecnología. Si se cumplen los
deseos de la institución, permitirá ayudar a cumplir los requisitos ambientales
que se ha fijado al horizonte 2020.
En 2005, la Unión Europea inicio su SET-Plan con
el objetivo de reducir la dependencia energética europea (una preocupación importante de la Unión después de la crisis
del Gas entre Rusia y Ucrania que dejo una parte de la Unión sin Gas en pleno
invierno) y de luchar contra el cambio climático. El plan se
puede resumir en un triple 20 : 20% de reducción de emisiones de CO2
y 20% de la producción energética de fuentes con baja producción de CO2
en 2020. Según el contexto, la Unión podría tener la ambición de reducir sus
emisiones de un 30%, mucho más allá de las promesas que hizo en las distintas
juntas internacionales. El objetivo es aún más ambicioso para 2050 con una
reducción de 80 a 95% de reducción de sus emisiones total en toda la Unión.
La European Technology Pltaform (ETP) fot the
Electricity Network of the Future (Smart Grid) que organisa la conferencia es
una de las seis iniciativas del SET-Plan de la Union que tiene la voluntad de
ayudar a conservar el avance tecnológico del continente en este dominio, de
crear una visión común de desarrollo coherente con los objetivos de la política
energética de la Unión, de apoyar un sector de alto nivel de innovación y de
cumplir los requisitos de la política energética común de la unión europea en
el horizonte 2020. Pero eso supone una evolución tanto de los modos de produción que de las redes.
Para cumplir con los objetivos de la Unión, las
redes de transportes energéticos van a tener que evolucionar. La multiplicación
de las fuentes de producción requiere una descentralización de la red que se
tendrá que adaptar a una oferta y una demanda que fluye. La red tendrá que
reorganizarse de forma rápida y flexible según la demanda y la oferta. El desarrollo de los Smart Grid es la
respuesta a las necesidades de una red energética que se hace más y más
compleja. Es necesario tener un sistema central de gestión integrado e
inteligente que es capaz de gestionar centros locales de producción. La
integración de captores y de automación en esa red permite anticipar los problemas y responder
de forma rápida.
Para cumplir con los requisitos de la Unión, el
concepto de Smart Grid permite imaginar una red totalmente autónoma e
inteligente. Pero permite imaginar otras aplicación para reducir la demande.
Ahora, la demande fluye según la hora, el tiempo, etc. y como lo hemos vistos
en el caso de Francia, con las temperaturas extremadamente frías, se producen
picos de consumo elevados que requieren que toda la potencia eléctrica esté
disponible al mismo tiempo. Pero como no se puede amanecer la electricidad y
que las centrales producen en continuo, cuando baja la demanda, hay una pérdida
importante de electricidad que está producida pero que no está consumida. Una
demanda más constante es el sueño de los productores eléctricos para reducir
los costes de producción. Los productores eléctricos no deberían construir esas
centrales que funcionen solo en esas horas de picos. Los Smart Grid tienen la
ambición de controlar los aparatos eléctricos para que se enciendan en los
momento más oportuno, es decir fuera de las horas de picos de consumo y así
nivelar la demanda.
Los Smart Grid y las Smart Cities no solo tienen
el apoyo de la Unión europea sino que también le ayuda a cumplir sus objetivos.
Una oportunidad para el sector y para todos.
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